La
Batalla de Carabobo fue librada cerca de la ciudad de Valencia, el 24
de junio de 1821, entre el ejército realista a cargo del mariscal de
campo Miguel de la Torre y el republicano comandado por el general en
jefe Simón Bolívar. La victoria lograda por este último, resultó
decisiva para la liberación de Caracas y el territorio venezolano, hecho
que se logrará de manera definitiva en 1823 con la Batalla Naval del
Lago de Maracaibo y la toma de las fortalezas de Puerto Cabello.
A tempranas horas del 24 de junio, desde las alturas de Buenavista,
el Libertador hizo un reconocimiento de la posición realista y llegó a
la conclusión de que ésta era inexpugnable por el frente y por el sur.
En consecuencia, ordenó que las divisiones modificaran su marcha por la
izquierda y se dirigieran al flanco derecho realista, el cual estaba
descubierto; es decir, Bolívar concibió una maniobra tendiente a
desbordar el ala derecha enemiga, operación ejecutada por las divisiones
de Páez y Cedeño, en tanto que la división Plaza seguía por el camino
hacia el centro de la posición defensiva.
Al darse cuenta la Torre de la maniobra de los republicanos, ordenó al batallón Burgos que marchase al norte a ocupar la altura hacia la cual se dirigían las divisiones de Bolívar. Al llegar el Burgos al área indicada, abrió fuego contra el batallón Bravos de Apure, cabeza de la primera división, el cual después de cruzar el riachuelo de Carabobo, trataba de escalar la pendiente que lo llevaría a la parte plana de la sabana. Tan violento fue el contraataque del Burgos, que el Bravos de Apure tuvo que replegarse por dos veces. La situación cambió cuando una unidad que lo seguía, el batallón Cazadores Británicos, se enfrentó al Burgos y lo obligó a retroceder. Por su parte, los batallones Infante y Hostalrich, entraron en auxilio del Burgos, pero reorganizado el Bravos de Apure, se unió al Cazadores Británicos para reanudar el ataque, ayudado por dos compañías del batallón Tiradores. Para detener el repliegue de las unidades realistas que había producido la operación patriota, Torre envió los batallones Príncipe, Barbastro e Infante, los que lograron sostener la línea de combate, pero sólo por breve tiempo, pues el grueso de la caballería de la primera división del ejército republicano entró por el norte de la sabana. Con el fin de hacer frente a este nuevo ataque, la Torre ordenó al regimiento Húsares de Fernando VII que cargase contra la caballería patriota, pero esta unidad se retiró después de disparar sus carabinas.
Al darse cuenta la Torre de la maniobra de los republicanos, ordenó al batallón Burgos que marchase al norte a ocupar la altura hacia la cual se dirigían las divisiones de Bolívar. Al llegar el Burgos al área indicada, abrió fuego contra el batallón Bravos de Apure, cabeza de la primera división, el cual después de cruzar el riachuelo de Carabobo, trataba de escalar la pendiente que lo llevaría a la parte plana de la sabana. Tan violento fue el contraataque del Burgos, que el Bravos de Apure tuvo que replegarse por dos veces. La situación cambió cuando una unidad que lo seguía, el batallón Cazadores Británicos, se enfrentó al Burgos y lo obligó a retroceder. Por su parte, los batallones Infante y Hostalrich, entraron en auxilio del Burgos, pero reorganizado el Bravos de Apure, se unió al Cazadores Británicos para reanudar el ataque, ayudado por dos compañías del batallón Tiradores. Para detener el repliegue de las unidades realistas que había producido la operación patriota, Torre envió los batallones Príncipe, Barbastro e Infante, los que lograron sostener la línea de combate, pero sólo por breve tiempo, pues el grueso de la caballería de la primera división del ejército republicano entró por el norte de la sabana. Con el fin de hacer frente a este nuevo ataque, la Torre ordenó al regimiento Húsares de Fernando VII que cargase contra la caballería patriota, pero esta unidad se retiró después de disparar sus carabinas.
Finalmente, atacados de frente por la infantería y por la derecha por la
caballería, los batallones realistas optaron por la retirada. Como
último recurso, la Torre le ordenó al regimiento de los Lanceros del Rey
que atacara a la caballería patriota, pero esta unidad no sólo
desobedeció la orden, sino que huyó ante la embestida de las fuerzas
republicanas. Al entrar la batalla en su fase final, los patriotas
iniciaron una tenaz persecución del ejército español, la cual fue
llevada a cabo hasta Valencia. De los 4.279 efectivos que participaron
en la batalla de Carabobo, los realistas perdieron dos oficiales
superiores, 120 subalternos y 2.786 soldados. Por su parte, las bajas de
los republicanos también fueron cuantiosas. El resto del ejército
realista terminó refugiándose en Puerto Cabello.
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